domingo, 22 de abril de 2012

Habitad de mi cuerpo.

Pasarela armoniosa, lugar dotado de creación, en el cual cada murmullo se convierte en canción y cada objeto mal ubicado es parte de la decoración; paisaje endeble, con aquel gris color, manchado por cada juego y cada día de desesperación, desbordado poco a poco en imaginación y lujuria, incluso que la luna el testigo más fiel de mi locura; escenario deslumbrante, que me conoce como soy, que ha observado mi desnudez con pundonor, que me convierte en artista y de la NBA el mejor jugador; selva amazónica, espacio de observación, en donde cada rincón se esconde un tesoro necesario para el hoy y cada uno tiene un guardián que es débil, pero el cual atemoriza mi corazón; desierto caluroso, abrigo de mi temor, donde me refugio en la tristeza y me defiendo con furor, donde me lleno de fortaleza y no solo por tener el manto de protección; templo sagrado, en él entro en reflexión, me ilumina el sendero dando claridad a mi visión, donde reposan mis pensamientos y se propagan mis deseos, siendo cada uno de ellos visibles en mis sueños; faro solitario, que me dota de visibilidad, desde el cual analizo y en el mundo me logra ubicar, desde el cual observo mi vida y aprendo de la de los demás; montaña sublime, en la cima de ella estoy, me siento dueño y amo, porque esta es mi prisión, aquí hago lo que quiero, porque soy el que ordeno; instituto extraordinario, estudios de investigación, biblioteca en silencio no me concentran como el sonido de tu alrededor, cuerpo sin vida que me alienta por ser testigo de mis sacrificios y como mi cerebro progresa.

Les presento mi habitación, un lugar maravilloso al cual le honraría hasta con una canción, la comparto y la presto, pero no se crean dueños, porque este lugar sagrado sera mío hasta el fin de los tiempos...

(Era una deuda del miércoles y acá estoy, no es lo mejor de mi, pero al menos trato de cumplir... Saludos)

jueves, 19 de abril de 2012

Tu inanimado amigo


Tus pertenencias a partir de ese día eran mías, tus ideas, acciones y cada uno de tus sueños se encogieron y entraron en mí.
Te conozco mucho más que tus mejores amigos, tus padres o cualquier otra persona.
Tal vez tengas curiosidad de saber quién soy.
Pasas mucho tiempo conmigo, y he visto desde tus primeros arrebatos de ira, tu instinto asesino y tus lágrimas por tal vez la partida de un ser querido. ¿Por qué soy lo primero con quien te desquitas? ¿Acaso yo tengo la culpa de tus malas pasadas?
Y soy yo quien te separa del resto del mundo, aislamiento y protección cuando lo requieras.
Soy tu habitación, y todas mis caras te han escuchado quejarte de la situación del país, han visto sorprendidas todo lo que has hecho aquí y no eres capaz de hacer por fuera. Soy quien te ha visto crecer y vivir día tras día y te ha protegido de duras tormentas y días soleados, en quien te abrigas y escondes de fantasmas del pasado, en crueles mentiras e hipócritas personajes. Conozco tus pasiones y ya hemos pasado tanto tiempo juntos que me acostumbré a ellos y hasta les he cogido cariño.
Inanimada me llamarás pero tú mismo me has dado personalidad y vida con cada cartel que pegas en mis caras, con cada nuevo objeto que traes a mí y con tus propios proyectos y planes.
El día que ya no estés mas aquí aun así, yo no te extrañaré. Ustedes los humanos siguen ciclos y costumbres extrañas, siempre pasa lo mismo: Llega un nuevo “amigo”, este crece y vive aquí, me brinda toda su confianza, pero ya llega la hora en que cierra mi puerta y no vuelve nunca más. ¿Acaso olvidan siempre de dónde han salido o dónde empezó todo? Es bastante triste pero no te preocupes, yo ya me he acostumbrado a esto, pasó así desde que pusieron mis primeras bigas y soportes.
Y no deseo que ese día llegue aún. Por mas tortazos que me des cuando te enfureces, o más ruido que yo deba disminuir en tus ataques de locura, me agradas y siempre estaré igual de firme para ti. No me culpes si mi amiga la tierra le da por sacudirse un poco y nos haga caer a ambos, son cosas que pasan sin querer.
Por ahora te diré que sigo aquí, día a día esperando tus triunfos, por ahora olvidemos eso de tu partida.

domingo, 15 de abril de 2012

Ganas nuevas

Ese momento en el cual todo se torna con un bello color, donde la dirección de tu vida da correspondencia a tus aspiraciones, la luz te ilumina a donde vayas, recorres el camino y tras de ti crecen las flores; tu sonrisa te acompaña, junto con la esperanza de seguir así por el resto de tu vida. Junto a esta ventura, hay detrás alguien, un ser que te ha llevado a la cúspide del mundo, con solo regalarte una palabra, un gesto, un segundo. Una comparecencia no formal, que cambia tus ideales y ahora lo fundamental para ti es cambiar, tratar de olvidar el cataclismo de vida que te has formado, levantarte y dejar atrás, aquel oscuro pasado; apaciguar tu guerra interna, iniciada por aquel detonante absurdo que ha puesto en coma el lado tuyo que los demás esperan. Debes retomar tu vida, apartar el ser rudo y frío que a los demás muestras y por ella volver a ser aquel chico que tiene su amor y su sonrisa cada día más esbelta...

Parece que en el mar volaras y en el cielo navegaras, todo es igual de hermoso que una primavera, pero recuerda el tiempo pasa y error tras error la lluvia llega y junto a ella tus ilusiones sumergidas quedan. El sueño de hoy, es tu pesadilla nueva y empiezas a creer nuevamente que la vida no vale la pena, pero ella no lo es todo, su marcha deja grandes huellas, no la conviertas en tu condena, no vuelvas a caer, aguarda un instante y piensa, que como ella existen muchas más por las cuales todo vale la pena y lo más importante, recuerda que si la primavera tiene su fin, el triste invierno no siempre estará aquí y de esta forma, llegara alguien más que te haga sonreír y sonrojar, que te impresione con su mirada o su cantar, alguien más que alegre tus penas y por encima del mar te haga caminar y te lleve más allá del cielo, donde puedas más que navegar, para que por fin entiendas que si con amor lo intentas, los sueños, la realidad nunca superan.

Otro viejo en el mismo mar


Unas van y otras vienen era lo que decía el sabio marinero mientras veía pasar ola a ola.
Una vida junto al gran azul es lo que siempre trató de tener, qué más da que no tuviera a nadie más, si sus sueños estaban en las profundidades del mar y su afición era la pesca y de vez en cuando hasta la piratería. Con sus cincuenta y tantos años encima era un astuto y pillo comerciante, no necesitaba bajar del bote para poder conseguir víveres y abastecerse por prolongados lapsos de tiempo.
El mar es su amigo y se acostumbró a él como nosotros a la rutina del día a día.
A veces la soledad es la mejor compañía y la mejor música es la que está en silencio. Te da tiempo para crecer y pensar un poco.
Preferible vivir una vida así que para nosotros puede ser amargada y triste pero por lo menos cuando él muera podrá decir “viví a mi manera” y nadie podrá refutar eso.
Deberíamos aprender un poco de eso, la vida es una sola. La vida es corta y estruendosa, vivamos como queremos, improvisemos a nuestra manera esta escena en la que nos dieron el papel principal. Yo tal vez no pueda decir qué es la vida o qué es vivir pero por lo menos me atrevo a hacerlo sin preguntarme más, sin pensar actuar y seguir con esta locura que a todos alguna vez se nos explota y sonreír.
Así como este viejo en este mar yo creo que quiero llegar al final con una sonrisa, sin miedo a nada. Sin arrepentimiento, solo paz. Sin palabras y en silencio, cerrar los ojos y ver esa película que pasará frente a mí que sé ganaría hasta los oscar si alguien más la hubiera visto.

jueves, 12 de abril de 2012

Tu victoria, mi condena

Me gustas cuando estas y luego te vas, siempre miro con enojo cuando con otro estas. Quisiera que fueras toda para mi, pero se que los demás necesitan, tal vez, más que yo de ti; te añoro cada día, no veo el momento de tenerte cerca, de que seas mía e inmortalizarte en mi mente, en mi ser. Cada día logras inquietarme, siempre insinuante, provocativa, atrayente, codiciable , cada día me ilusionas ya que a ti siempre me encadenas, siempre llego a ti y te encuentro como nueva, variable como siempre, captar mi atención es tu victoria y a la vez mi condena.

Cada instante te deseo más y quiero que como a otros a mi nunca me llegues a faltar, eres imprescindible, como el agua, como el oxigeno, logras dar vida cuando la muerte encima respira. Se que para ti, soy uno más, pero tengo que aceptar que tu para mi eres todo en la nada, eres más que la esperanza de una mujer embarazada.

Para concluir solo digo, mucho alago para ti... Pero es momento de pensar en mi, estoy hambriento  ¡Perdona pero tomare una parte de ti!

miércoles, 11 de abril de 2012

Hablando de placeres


Qué más da, yo quiero comer un poco más. Hoy mañana y toda la semana escuché alguna vez, pues de los regodeos de la vida está el comer. Satisfacción detrás de cada platillo, bocado a bocado solo no pienso, degusto y trago. ¿Qué puedo hacer si lo mío es la comida?
Dulces, salados, me gusta asociar la gente con diferentes platos; todos diferentes pero a la vez únicos, hasta el más sencillo tiene su talento y quién le guste.
Que inmenso placer llegar a casa y dedicarme a comer, nada mejor que la comida en casa, podrá ser muy barata, fina y hasta agradable por fuera pero prefiero la sazón de mi abuela y hasta la de mi madre.
Yo que estoy muy lejos de mi hogar me dedico a probar mil y un platos antes de regresar, es que no hay nada más variado y lleno de pasión y hasta amor que lo que un chef cocina en su estación.
Atreverse a probar algo nuevo, una nueva experiencia y un nuevo sabor, es lo que distingo en cada ocasión. Le hablo hoy a la comida y a lo que me llena cada día. Comer es un placer y yo lo disfruto y disfrutaré cada vez más si tengo con quien reír, conversar y hasta entender lo que este regalo tan preciado nos permite obtener.
No siendo más yo trato partiré a cenar, mi estomago espera sea de su gusto y yo solo digo, la comida siempre es y será lo más justo.

domingo, 8 de abril de 2012

Gozaba en la lluvia


Era tarde y tan solo pensaba en regresar a casa, las nubes grises que hoy aparecían sobre el cielo normalmente pálido, hacían que se tornara un ambiente con sabor a nostalgia  pero también de alegría, por lo menos así lo fue en mi caso. ¿Qué podía hacer? Sentir las gotas de lluvia caer sobre mi solo despiertan ese niño que jugueteaba sin preocupaciones mientras aún era joven.
Hoy fue diferente, paré el auto y me bajé de él mientras aún tenía esa chispa dentro de mí con ganas de salir, extendí mis manos y cerré los ojos, quería sentir cada beso que el cielo me daba y no quería desaprovechar esta oportunidad.
La gente me miraba raro y con gestos rechazaban lo que yo hacía, tal vez era envidia de no tener las agallas de hacer lo que yo, o simplemente me creían un crío bisoño como muchos más.
Por ahora disfrutar del momento y recordar cómo solía perderme entre tal escenario, con mis amigos y mis convicciones de ser feliz sobre todas las cosas, era lo que yo quería revivir e invocar en este valioso momento.
Tal vez fuera una estupidez para muchos y para otros simplemente un acto sin importancia, gente que sonríe y entre dientes blasfeman u honorifican el momento. Quien quiera será bienvenido a mi faena.
Vamos a jugar rondas y sentir la adrenalina de perder el juego que entre cantos se ensayaba. Vamos a vivir la segunda infancia una vez más y sonriamos por más mal que estemos. Tenemos mucho motivos para ser felices y actuar como niños nos hará olvidar esas malas pasadas, nos hará valer las cosas buenas y pequeñas de la vida que en realidad son las que nos llenan.
Como cada gota de lluvia que viene y va que se une a sus compañeras y al final forman grandes corrientes de agua y se llevan todo a su paso. Así deberían ser nuestros logros, así mismo cada enseñanza que nos da la vida: En vez de dar vueltas y vueltas al asunto, simplemente ponerlo todo a nuestro favor, sacarle el lado bueno y mostrarle a quienes critican, juzgan y reconvienen lo buenos que podemos ser.  
Emparamado regreso a mi coche y sin importar mojarlo todo – ya que sabía que mañana quizá lo lamentaría con un resfriado y un par de daños menores – tomo de nuevo la ruta a casa y con una gran sonrisa en el rostro tomo de nuevo fuerzas para lo que venga. Placeres como estos debería darme en el día a día mientras los problemas se enfurecen de no atenderlos con la frialdad del asunto.

Océano maldito

Allí estaba de nuevo, navegando sin descanso para intentar no naufragar, deseando con ansias salir de aquel océano que al parecer no tiene final, queriendo tocar tierra firme en la cual me sea digno existir; pero parece imposible, cada instante me adentro más y más en aquellas aguas que intentan sumergirme, es como si me quisiera pescar. Saber que la primera vez que vi la luz, ya estaba en esta embarcación, toda mi vida siempre he estado atado a esto, no consigo huir, pero no me quiero hundir, pretendo salir con vida de aquí, o por lo menos aprender a sobrevivir.

He navegado por mucho tiempo, mi mente y cuerpo no tienen descanso, anhelo no tambalearme más, pero de manera real, ya que cada tierra firme a mi paso es un oasis que mi mente suele crear; pero, me estoy acostumbrando a todo esto, empiezo a apasionarme por vivir en este mar, al parecer es mi destino y a él me debo atar, pero es tan difícil que incluso he intentado lanzarme a él queriendo despertar, pero lo único que obtengo es una oportunidad más para no renunciar.

Estoy agotado de calafatear cada que ataca una tempestad y cada vez más odio cuando el agua alcanza mi calcañar, - "¿qué quieres de mi? - suelo preguntar, pero no obtengo nada, solo una lucha más. Nunca pedí estar en esta inmensidad, pero mi consuelo es saber que no soy el único; intento escapar de todo esto, pero cada vez es más irónico, nada tiene sentido si dejo de estar aquí... todo porque descubrí que aquel océano es llamado amor y es la razón de mi vivir en el día de hoy.

En busca de conocimiento

En busca de conocimiento
Que mejor forma de hacerlo que pensando y explorando.